CORPORACIÓN
CENTRO COMUNITARIO LA ROSA

“Trabajar unidos para el bien de todos”

Nuestra Historia

En 1968 las Hermanas de la Compañía de María con un grupo de voluntarias denominado “Residencia Social Corazón de María”, la mayoría miembros del Instituto Secular Fieles Siervas de Jesús,  recibieron la Escritura de los terrenos señalados dentro de los planos de la urbanización La Rosa con el fin de desarrollar un trabajo social, y fue así como la Gobernación de Nariño reconoció mediante Personería Jurídica 930 del 5 de Octubre de 1973 una entidad privada sin ánimo de lucro llamada en ese entonces: “Centro Comunitario La Rosa”

Con el testimonio y las orientaciones de la Hna. Cecilia Agudelo Moreno, Religiosa de la Compañía de María, se dio al trabajo social el carácter que intenta mantener uno de los tantos lemas de Santa Juana de Lestonnac: 

“Servir educando, preferir a los más necesitados,

profesar una fe que se muestre en obras de justicia.

Desde entonces se crearon Programas que a la fecha permanecen así:

Escuela La Rosa: 1971    

Hogar Infantil La Rosa: marzo 9 de 1977

Casa del Joven “Hermana María Agudelo”: 5 de Octubre de 1995

Objeto Social

El objeto social es administrar servicios de atención integral a niños y niñas en el servicio de Educación Inicial bajo los lineamientos del ICBF, el Ministerio de Educación Nacional, el Estado y la filosofía propia de la Corporación. Celebrar contratos para prestar el servicio educativo formal en los niveles de preescolar, básica y media. Ofrecer programas de capacitación y formación, dirigidos a jóvenes y adultos para el desarrollo humano, el trabajo y restitución de derechos con enfoque diferencial. Promover y comercializar proyectos productivos, cívicos, culturales, deportivos,  científicos, tecnológicos, formativos y ecológicos, en asocio con las organizaciones sociales de base, con entidades públicas, empresarios e inversionistas del sector privado, nacionales e internacionales, con el fin de impulsar la generación de capital social y patrimonial que permita el mejoramiento en la convivencia ciudadana y la calidad de vida, así como mejores niveles de educación,  productividad y competitividad en el desempeño individual y asociativo solidario de los distintos sectores sociales, especialmente los menos favorecidos y vulnerables.